Estudiar inglés en un curso intensivo de 4 semanas puede tener muchas ventajas sobre un programa de estudio tradicional de un año. Veamos los beneficios principales y por qué debería inscribirse este verano.
Práctica diaria de habla
Hablar es una de las partes del examen que los estudiantes encuentran más difíciles y estresantes. Normalmente se sienten muy nerviosos y reacios a hablar, especialmente frente a un grupo. En un curso intensivo, los estudiantes se ven obligados a hablar todos los días, como parte del trabajo en parejas y, también, en una situación de grupo mucho mayor. Esto tiene una clara ventaja sobre los cursos de un año de duración, que solo brindan práctica de expresión oral dos veces por semana. La retroalimentación común de mis alumnos es que realmente se beneficiarían de la práctica de hablar extra fuera del horario de clase, durante la semana o los fines de semana. Sin embargo, no es fácil encontrar hablantes nativos o, de hecho, españoles que quieran hablar inglés como parte de un intercambio de idiomas. Al inscribirse en un curso intensivo, los estudiantes obtienen acceso a la práctica diaria de habla, algo que es esencial para mejorar no solo su pronunciación, fluidez y gramática, sino también su confianza y comodidad al hablar en un idioma extranjero.
Prática de examenes
Si bien el aprendizaje de inglés durante un año puede ser una forma sólida de prepararse gradualmente para un examen, aprender en un curso intensivo les brinda a los estudiantes un programa mucho más concentrado. Este concepto «abarrotado» expone a los estudiantes al inglés todos los días y, por lo tanto, tiene el beneficio de una experiencia más inmersiva. Esto permite que los estudiantes aprendan y mejoren a un ritmo más rápido que un programa de estudio tradicional, proporcionando prácticas de exámenes sin igual en las cuatro semanas previas a los exámenes oficiales de Cambridge. Al aprender de esta manera, los estudiantes pueden progresar más rápido y mantener sus habilidades adquiridas sin la preocupación de perder a través de la no práctica (una trampa común del aprendizaje de idiomas). Todas las áreas del examen se trabajan diariamente, lo que brinda a los estudiantes una práctica muy necesaria, en particular, escuchar y hablar.
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